Capitulo 5

Nuevo semestre, ¡¿Cómo ha pasado el tiempo?!... Desde que Paco vive con migo me ha enseñado a controlar mi “poder”, ahora logro controlarlo más… Primera clase del semestre, Ambiente y sustentabilidad impartida por nada más y nada menos que el profesor Wilfredo Martínez (quien fue el listo que le puso aquel nombre teniendo semejante apellido)...

Capitulo 4

Tenía ya casi una hora con el anzuelo en el agua y ningún pez pareciese ser tentado por la lombriz que había colocado en él, así que decidí darme por vencido y me dispuse a retirarlo del agua, pero en ese momento un pez se engancho, tire del anzuelo apresuradamente (estaba emocionado), solo distinguía el revoloteo en el agua aproximándose cada vez más a la orilla del lago y cuando lo tuve fuera del agua, luego de un ligero esfuerzo,  me di cuenta de que era un muy pequeño pez (en realidad pequeño, no media más de 10 centímetros),  eso produjo risas en todos, incluyéndome, devolví el pequeño ser, que había caído bajo la tentación del gusano, al lago para luego declararme por vencido…

Capitulo 3

Era ya la última clase, pero esta era la peor, la profesora hacia que una hora pareciese una eternidad. La profesora de filosofía lo único que hacía en clase era balbucear toda la información hacia sus estudiantes (nosotros), eran como olas en el mar que, en lugar de darte un empujón y acercarte más a la orilla, te hunden en un banco de arena dejándote clavado solo con la esperanza de que esas olas cesen para poder liberarte y salir a la orilla por tu cuenta. Miraba el reloj en mi muñeca cada minuto y parecía que no avanzase, ya solo faltaban 5 minutos para las 2 de la tarde, ya casi era hora de salir de la tan aburrida clase, Fiona estaba a mi lado y me paso un papelito que decía “Espérame a la salida”. Ya cuando salimos me quede en la puerta del salón de clase esperando a que Fiona saliese, cuando lo hizo comencé a caminar a su lado - ¿Quieres un aventón?, mi papa me presto el auto, está en el estacionamiento – dijo Fiona muy entusiasta, feliz, supongo que, por que ya había acabado la clase de Filosofía, y aunque sabíamos que era jueves y aun teníamos que asistir a clases el viernes, estábamos felices por haber salido ya de la clase – Ah sí, gracias – Conteste, luego caminamos hacia el estacionamiento mientras hablábamos sobre lo aburrida que había sido la última clase.